Lo que pasó ese martes

Hoy no se cómo, quizás porque tengo el tiempo del que carecía hasta hoy, he revisado este blog que tenia algo perdido, y he visto un comentario de Oscar, el el cual me pregunta, que pasó ese martes.

Bueno, Oscar, lo que pasó es que el dueño de la empresa, decidió que yo debía ser el nuevo Director General de la compañia, y desde luego sí que las cosas han cambiado, por lo menos ese ha sido mi intento durante los últimos ocho meses.

Es un cambio de dirección, pero sobre todo, buscamos un cambio en toda la compañía, buscamos dejar a un lado la autocomplacencia y empezar de nuevo, por lo básico, por lo sencillo, a ser el referente que hemos sido de rentabilidad durante los últimos 8 años.

Sé que estoy aprendiendo, y se que muchas veces la ansiedad me puede, pero estamos sentando los planes para remontar, y espero tener resultados muy pronto.

También estoy sufriendo una transformación personal, sobre todo a nivel de autoestima, y de saber liderar personas, quizás la parte más complicada de todo este proceso.

Sí los cambios que he iniciado en mí estos días dan su fruto, espero poder a través del post contar como se producen los mismos.

El martes os contaré

Con ese escueto comentario, me informa mi jefe, de cual va a ser mi futuro, sí porque pase lo que pase, mi futuro va a cambiar, siempre en el entorno laboral.

Cuando leo a Jack Welch y habla de la "sinceridad", entendida como un valor intrinseco de la empresa, y de cuanto cuesta implantarla y mantenerla.

Entiendo y comparto la sinceridad de saber hacia donde vamos, para que todo el mundo pueda expresarse con sinceridad, y de las barreras que debemos romper para de alguna forma conseguir decir lo que sabemos que va a generar incomodidades.

Por ello, existen dos salidas a la decisión que mi jefe, o él conjuntamente con su familia han tomado respecto a mi futuro, y son:

1.- Que sea seleccionado como el nuevo responsable de la planta.

2.- Que no sea yo el elegido.

Así que siempre gano, porque si me eligen, trataré de llevar a cabo las ideas de gerencia que me estan explotando en la cabeza, y si no me eligen, fliparé llevando a cabo el resto de ideas pero orientadas a un negocio propio.

Riesgo y también ilusión en las salidas que darán los dueños de la compañia en la que trabajo, estoy expectante.

Mi futuro cambiará el mártes día 10 hacia las 7 horas y media.